Estaciones de servicio como farmacias: trabajarán por tunos durante la noche

Los operadores de San Rafael, Mendoza, se cansaron de los asaltos. Reunidos con carácter de urgencia, jueves y viernes, analizaron cómo organizar el trabajo por turnos, en forma rotativa al igual que funcionan las farmacias, para bajar las persianas pasadas las once de la noche.

Es una medida de prevención que intenta anticiparse a lo que podría pasar dado el nivel de violencia: la muerte de un empleado o el dueño del local. “No queremos llegar a esto”, explica Octavio D´Ascanio, presidente de la Asociación Mendocina de Expendedores de Nafta y Afines (AMENA) en contacto con surtidores.com.ar.

Por el momento, este esquema daría sus primeros pasos en San Rafael, pero D´ascanio aclara que “no se descarta implementarlo en todo Mendoza”. Primero, los empresarios esperan conversar sobre el tema con el Ministro de Seguridad, Gianni Venier, a quién se le solicitó una audiencia la semana pasada.

Un asunto no menor que plantea el dirigente tiene que ver con el rol que cumplen las bocas de expendio a la comunidad: “estamos abiertos los 365 días del año, tenemos luz permanente que ilumina la calle, ofrecemos los baños, funcionamos como lugar de base para los servicios públicos. Entonces, consideramos que deben cuidarnos un poco más”.

Terminar con el turno nocturno no es lo que quisiera pero lamenta que “es la única manera de resguardar la integridad física de los empleados y cuidar el negocio, ya que los robos se dan constantemente”. En su caso individual este mes ya sufrió dos atracos. “Hemos llegado a una situación límite, con trabajadores lesionados y baleados”, sostuvo.

Además, el enojo se presenta a raíz de que las estaciones son agentes de recaudación de impuestos nacionales y provinciales, por lo que el 70 por ciento del efectivo que manejan es ajeno, con los riesgos financieros que eso implica. “Cuando nos roban debemos reponerlo con nuestro capital de trabajo”, cuestionó. Y encima en un contexto de caída de las ventas y rentabilidad.

Como problema indirecto, D´ascanio advierte que “con la rotación por turnos se van a ver perjudicados los puestos de trabajo, pero es el único camino para que nos escuchen. No podemos esperar que haya una muerte para reaccionar”.