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Es la opinión del presidente de AESI, Manuel García, a raíz de la diferencia de precio que existe entre el crudo local y las plazas internacionales, por el cual está ingresando gran cantidad volumen desde el exterior que luego es distribuido a las bocas sin bandera, empresas del agro y el transporte. Se espera la llegada de nuevos actores para aprovechar este negocio.
Argentina regula el valor del petróleo en torno a los 67 dólares el barril para sostener las operaciones en los pozos. Se trata de una política implementada durante la gestión anterior que Juan José Aranguren, el Ministro de Energía y Minería, a pesar de no estar de acuerdo, tuvo que mantenerla, por la presión de los Gobiernos provinciales patagónicos, preocupados por el nivel de empleo.
Esta transferencia del consumidor a las grandes empresas por alrededor de 3.000 millones de dólares, complementada por la apertura de las importaciones, hizo que haya sobreoferta de naftas y gasoil, tal como ocurría en los años 90, cuando el litro costaba un dólar contra 40 centavos de Estados Unidos.
Tal es así que de acuerdo a Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI) “hoy conviene ser operador blanco que abanderado”, dado que hay proveedores “con mejor precio que las petroleras tradicionales”.
En este nuevo escenario, el dirigente recomienda a los colegas que “antes de renovar el vínculo comercial con las banderas tradicionales estudien muy bien el mercado, porque esto recién empieza. En 5 o 10 años, se puede perder mucha plata; atarse a un contrato de consignación es un pésimo negocio”.
Según los cálculos de García, las ventas de los establecimientos sin bandera podrían mejorar en el mediano plazo, porque el costo del combustible que reciben es más bajo del que ofrecen YPF, AXION Energy, Shell, Petrobras u Oil Combustibles, por ende serán competitivos en el surtidor. “De repente se convirtió en un mercado con oferta y a precios convenientes”, aseveró.
No obstante, García aclara que “todavía las empresas del agro y el transporte compran directamente a los distribuidores”. Este es un segmento que cuesta recuperar, por más que mejoren las condiciones comerciales. “Van a venir petroleras de otras partes del mundo”, vaticinó.
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