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Daniel Montamat vuelve a ocupar el cargo que ostentó durante el gobierno de la Alianza. Férreo defensor de retomar las referencias internacionales y de establecer un impuesto fijo a los combustibles, asegura que al tipo de cambio oficial los precios de las naftas podrían bajar entre un 20 y un 30 por ciento respecto a los vigentes.
Tras la designación de Juan José Aranguren al cargo de Ministro de Energía, se conoció quien ocupará el cargo de la estratégica Secretaría, hasta ahora al mando de Mariana Matranga. Se trata de Daniel Montamat, ex titular de la dependencia durante el año 2000.
Columnista habitual de surtidores.com.ar, Montamat es Doctor en Derecho y Ciencias Sociales (UNC), Doctor en Ciencias Económicas (UCA) y Master en Economía (Universidad del Estado de Michigan, U.S.A.), Presidente de Montamat & Asociados y socio fundador, fue también Presidente y Director de YPF S.E. (1987-1989) y Director de Gas del Estado S.E. (1985-1986).
Es además profesor del Centro de Estudios de la Regulación Energética de la Universidad de Buenos Aires y de la Escuela de Posgrado Ciudad Argentina – Unidad Académica de Posgrados Internacionales de la USAL. Consultor del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo en distintos proyectos en el área petrolera y gasífera en Argentina y autor de varios libros de la especialidad económica y energética.
Vasto conocedor de la realidad de las estaciones de servicio -recientemente participó del Primer Foro de Expendedores organizado por CECHA-, ha reafirmado su posición contraria a la regulación de los precios de los combustibles. “Si la Argentina retoma referencias internacionales de precios y un impuesto fijo por litro, los valores al tipo de cambio oficial podrían bajar entre un 20 y un 30 por ciento respecto a los vigentes”, opinó en uno de sus habituales reportajes concedidos a este medio.
Montamat sostiene que el margen “aguas abajo” está pasando un buen momento: “la refinación es rentable y la comercialización, según como se hayan manejado los costos y la localización también, pero los consumidores pagan precios superiores a los de otros países”, señala.
A modo de definición de los lineamientos de su gestión, vale recordar su postura respecto al contexto mundial: “vamos a seguir importando combustibles por un tiempo, aun cambiando la política energética que nos llevó a la pérdida del autoabastecimiento”.
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