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Así relevan las cámaras del sector. ¿Cómo son las perspectivas? Por cuestiones electorales cayó el nivel de crecimiento en relación a 2014, aproximadamente un 20 por ciento, pero esperan con optimismo el próximo año. Habría mejores condiciones de financiamiento.
La industria del GNC sigue su curso, trabajando a aproximadamente un 50 por ciento de las capacidades operativas. Son 12.000 las conversiones de vehículos promedio, lo que proyecta cerca de 150.000 al concluir 2015, de acuerdo a las estadísticas del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS).
En relación a la caída respecto del año pasado, cuando el ritmo de transformaciones rondaba las 15.000 unidades, Hugo Lamy, presidente de la Cámara Argentina de Productores de Equipos de Gas (CAPEC) analiza que “tiene que ver con las expectativas de las medidas que pueda tomar el nuevo Gobierno y por cómo está manejando la gente el dinero”. Nota resistencia de particulares para embarcarse en nuevas inversiones.
Por eso, superada la etapa electoral, supone que habrá un nuevo boom de la actividad: “me imagino que después de las elecciones tiene que venir un año próspero; las ventajas siguen siendo las mismas de siempre: el GNC tiene buen precio y la nafta sigue aumentando”.
Un elemento que para el empresario tendrá vital importancia es el acceso al crédito, ya que los equipos de quinta generación, actualmente los más demandados y con mejores potencialidades para instalarse en rodados modernos, recién salidos de fábrica, cuestan entre 15 y 20 mil pesos, dependiendo de la capacidad de almacenamiento del tubo.
Por el actual contexto macroeconómico, las tarjetas de crédito ofrecen financiamiento a tasas superiores al 30 por ciento y a mediano y corto plazo. Pagar en efectivo, no parece la mejor opción para usuarios con incertidumbre de lo que pueda ocurrir en la economía. Ahora bien, cuando se llega al surtidor, y hay que desembolsar 15 pesos por litro la nafta súper, el panorama vuelve a jugar a favor del gas.
Además, los adelantos tecnológicos permiten incorporar a todos los segmentos del parque automotor, lo que abre nuevas posibilidades para los productores de equipos. Y teniendo en cuenta que ya son más de 2.000 las bocas de carga en todo el país, se descartan inconvenientes de abastecimiento.
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