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Son de hasta 50.000 pesos. Así respondió el Gobierno al pedido de las bocas de expendio de la Provincia de Buenos Aires afectadas por el temporal de los últimos días de julio. ¿Alcanza para reacondicionar las instalaciones? Los mayores problemas se registraron en los mini-mercados.
Luis Duna, Secretario del Directorio del Banco Nación, envió una nota a la Federación de Expendedores de Combustibles (FEC) respondiendo una carta que había sido enviada por los estacioneros el 13 de agosto, que solicitaba financiamiento para las estaciones inundadas.
“Hágale saber que la institución mantiene vigentes dos líneas de crédito destinadas a financiar con criterio amplio gastos relacionados con la refacción de los daños sufridos con motivo del fenómeno climático que afectó a las Provincias de Buenos Aires y Santa Fe en el pasado mes de agosto”, comienza el funcionario.
Párrafo siguiente, indica que los préstamos tienen un monto máximo de 50.000 pesos para empresas y prevén un plazo máximo de amortización de hasta 48 cuotas, es decir, 4 años, con un interés fijo del 14 por ciento nominal anual. Es menos de la mitad de lo que exige en general el mercado.
La noticia fue bien recibida por FEC, ya que podrá colaborar en la reparación de los gastos producidos en la playa de carga: inconvenientes en los equipos de despacho, imagen y cartelería, aceites y otros productos que suelen estar a la vista de los automovilistas. “Es una gran ayuda; aunque no es cuantioso tiene una tasa muy económica y a largo plazo”, destacó Luis Malchioldi, presidente de la entidad.
Para los comercios en que el agua entró directamente hasta el shop, afectando a la mercadería, heladeras y mobiliarios, no alcanzará para cubrir la totalidad de los trabajos a realizar. Se estiman costos superiores a los 200.000 pesos, en promedio.
No obstante, la inmensa mayoría de los establecimientos ya comenzaron a funcionar, apurados por volver a despachar combustible y generar ingresos. Los días que estuvieron inactivos, sin vender naftas, multiplicaron las pérdidas materiales, con cifras que varían en función de las complicaciones técnicas sufridas en agosto.
Las petroleras, por su parte, organizaron operativos para colaborar con los expendedores de la red, realizando servicios de mantenimiento y con beneficios comerciales. Los operadores blancos, una vez más, fueron los más damnificados, teniéndoselas que arreglar por su cuenta.
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