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Los expendedores minoristas sin bandera advirtieron que la Destilería Argentina de Petróleo (DAPSA) presenta inconvenientes para entregar naftas y gasoil. Ya hay cupos restringidos y temen que haya mayores complicaciones en el futuro. En este contexto, esperan con ansias el ingreso de nuevos jugadores al mercado.
“Dapsa está muy limitada; antes era una empresa que se podía confiar porque tenía combustible. Hoy están con problemas porque YPF los tiene con cuota y hasta no toman nuevos clientes”, señala Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI).
La refinería de la compañía está ubicada en el complejo industrial Dock Sud, Buenos Aires. Tiene una capacidad de almacenaje de 145.000 m3 y una producción diaria de 200 m3 por día (6000 m3/mes) dependiendo de las características de la materia prima.
Las estaciones blancas, indica García, son sus principales compradores y no están conformes: “necesitamos urgentes un nuevo proveedor; estamos esperando ansiosos que se ponga en marcha la planta de Trafigura, que va a funcionar con la marca Puma”.
En cuanto a las condiciones comerciales de Dapsa, García cuestionó: “los estacioneros que compran en el mercado pagan un 10 por ciento más que las estaciones de bandera. Así no se puede competir; sólo sobreviven las que están en los pueblos; en Gran Buenos Aires y Capital Federal ya cerraron; quedan algunas que son duales y nada más”.
Por eso, el empresario radicado en Sáenz Peña, Provincia de Buenos Aires, reclama al Estado que intervenga en el negocio: “nosotros pedimos que haya iguales condiciones, esto significa, abastecimiento directo por parte de las petroleras y a precios competitivos”.
García lamenta que estos temas no hayan sido incluidos en el proyecto de ley que regula la comercialización de naftas y gasoil, elaborado por la multisectorial en el año 2014, que luego el Frente Renovador (FR) introdujo en la comisión de Energía y Combustibles de la cámara de diputados. “El sector está en estado terminal y necesita medidas urgentes”, alertó.
LA PROBLEMATICA QUE SE PRESENTA ES REALMENTE GRAVE, EL NUMERO DE ESTACIONES BLANCAS QUE SE VIENEN CERRANDO ES ENORME, NO SE DAN CUENTA LAS AUTORIDADES O POLITICOS QUE SE CIERRAN BOCAS DE FUENTES DE TRABAJO QUEDANDO FAMILIAS A LA DERIVA.
REALMENTE DARLES UN PRECIO DIFERENCIAL – MAS CARO – A LAS ESTACIONES BLANCAS NO LES PERMITE COMPETIR. O SEA QUE SIN DUDA QUIEREN CERRARLAS ,EN CONSECUENCIA LA SOLUCION SERIA LOGRAR QUE LA DIFERENCIA DE PRECIOS SEA MINIMA PARA QUE PUDIERAN SEGUIR TRABAJANDO Y DAR UN BUEN SERVICIO.
LO QUE SE HACE PARA DARLE SOLUCION A ESTA GRAVISIMA SITUACION NO DA RESULTADOS, HAY QUE ENFRENTAR ESTA REALIDAD DE OTRA MANERA MAS AGRESIVA, VER QUE EL PROBLEMA ES MUY GRAVE POR LA CANTIDAD DE ESTACIONES QUE ESTAN QUEDANDO FUERA DEL MERCADO CON LAS FAMILIAS QUE SE QUEDAN SIN TRABAJO. LOS INTERESES DE LAS PETROLERAS – INCLUIDA YPF-,QUE DOMINAN EL MERCADO SON MAS FUERTES E IMPORTANTES QUE EL CIERRE DE CIENTOS DE ESTACIONES Y SUS CONSECUENCIAS SOCIALES, SON TRAGICAS ESTAS CONSECUENCIAS Y A POCOS LES IMPORTA, AL EMPRESARIADO PODEROZO NO LES INTERESA AYUDAR A LOS PEQUEÑOS ESTACIONEROS -UN MENOR PRECIO. PARA QUE PUEDAN SEGUIR TRABAJANDO, ES MUY TRISTE LO QUE OCURRE EN NUESTRA PATRIA.
Estimado, una de las grandes desigualdades radica sin duda en el poder de compra, que sería muy distinto si las EESS blancas se unieran y se pusieran de acuerdo con alguna Petrolera Chica que hay y que están asfixiadas por las grandes por no tener una capacidad de colocar en el mercado su producto, entonces cada vez procesan menos.
A las grandes firmas solo les interesa grandes bocas de despacho y ponen plazo, condiciones, margen de utilidad etc.
Nada tiene que ver la rentabilidad de una boca de mas de 250 m3 con otras con apenas 60 o 100, cuando los costos fijos son para todos iguales.-
Hay que comenzar a hacerse fuerte,las blancas son más del 30%
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