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El Gobierno restringió las compras de naftas y gasoil desde el exterior a través de una Resolución que dispuso la pérdida de los beneficios tributarios mientras el precio interno de refinería sea superior al valor internacional. Sin embargo, para las empresas la operatoria sigue siendo muy beneficiosa por la actual cotización del petróleo.
Tras el objetivo de intentar reducir en parte el déficit energético, el Gobierno nacional dispuso meses atrás restringir las compras de combustibles desde el exterior. Lo hizo a través de la Resolución 34/2015 firmada por la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas, la cual estableció que si “la paridad promedio mensual de importación del gasoil, diésel oil y naftas sin impuestos, a excepción del IVA, no es inferior al precio de salida de refinería“, las empresas no estarán exentas de abonar los impuestos correspondientes al expendio de combustibles.
Además, anuló la facultad de importar siete millones de metros cúbicos de gasoil y un millón de metros cúbicos de nafta, que habían sido autorizados por la ley de Presupuesto Nacional 2015. La medida, según explica la normativa, obedece a la caída del precio internacional del crudo de un 45 por ciento a principios de 2015, frente a los valores de octubre de 2014.
Sin embargo y a pesar de las restricciones, las operaciones mantienen el mismo volumen que un año atrás. Según datos provenientes de la Secretaría de Energía, en mayo se introdujeron al país por esta vía 136 millones de litros, 2 menos que el mismo mes de 2014. La diferencia es que esta vez se trató sólo de diésel Premium, mientras que el período anterior incluía nafta súper y gasoil G2.
Si bien las causas se pueden hallar en las falencias productivas -la demanda del mercado doméstico supera la capacidad instalada – la realidad indica que se trata de un negocio que depara grandes beneficios económicos.
Especialistas de vasta trayectoria en el sector explicaron a surtidores.com.ar que con los precios que hoy tenemos en el surtidor, el tipo de cambio y tomando en cuenta el barril WTI a 65 dólares; comprar diésel en la costa de golfo de Estados Unidos, traerlo y nacionalizarlo arroja un margen del orden de 100 USD cada 1.000 litros.
“Con el petróleo cotizando actualmente a 53 la rentabilidad es mayor”, opina el ex director comercial de una importante compañía. “Es esperable que se acentúen las importaciones dado que el valor de crudo local es 77 USD/bbl), siempre que las DJAI les sean aprobadas a las petroleras”, vaticina.
En Argentina sólo YPF y Shell pueden producir diésel Ultra (la primera de modo parcial). “Inexorablemente hay que importar la diferencia”, sostuvo el referente. Además, puntualiza que algunas petroleras mezclan este producto importado de bajo azufre para especificar el Grado 2 destinado a ciudades de alta densidad poblacional, que requieren 500 ppm de azufre como máximo. “Es decir, importan más que su propio mercado de gasoil Grado 3”, concluyó.
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