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Así analizan las empresas del sector en base al movimiento de los primeros meses. Las ventas disminuyeron su ritmo por la quietud de los precios de los combustibles líquidos. Las facilidades de financiamiento mejoran las perspectivas de la actividad.
En 2014 aumentaron las transformaciones a GNC en aproximadamente 8 por ciento, respecto de 2013, indica Víctor Derlich, titular de Esigas, firma mendocina pionera en el desarrollo de tecnologías en este segmento. El boom se vivió hasta agosto del año pasado pero luego mermó el movimiento en los talleres por cuestiones propias de la economía.
Para este año, el empresario proyecta un crecimiento del 10 por ciento, en base a las estadísticas actuales, que marcan una oscilación mensual de entre 12 y 15 mil unidades por mes. “La mayoría de las instalaciones son equipos de quinta generación”, resalta.
“Este año las colocaciones están más tranquilas; hasta el momento no ha habido pico de ventas”, aclara el empresario. Aumentan, a ritmo lento y progresivo. ¿A qué se debe? Lo atribuye a “la incertidumbre de la gente” para embarcarse en inversiones.
No obstante, espera con optimismo los próximos meses, no sólo por la diferencia de valor en surtidor que el GNC goza frente a sus competidores líquidos, sino por las facilidades que ofrecen bancos para financiar la compra de los sistemas de inyección.
“Se puede pagar hasta 12 cuotas sin interés”, destaca. Una persona que recorre 20.000 kilómetros en el año abona la cuota con el mismo ahorro que genera la utilización de este combustible económico. “Se paga solo”, insiste Derlich, ante la consulta de surtidores.com.ar.
Por otra parte, confía en que la quita de subsidios a los servicios públicos desencadene en una mayor atención sobre el gas, como alternativa para bajar los gastos domésticos. “La gente se va a volcar cada vez más al GNC”, dice con seguridad.
Este proceso se irá sintiendo con el paso de los meses, a medida que se incremente la tarifa de la energía eléctrica, el agua y el gas. Ya hay provincias que empezaron a actualizar los aranceles. En definitiva, Derlich considera que “las perspectivas son buenas” de cara a 2015.
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