Las estaciones de servicio crecieron como puntos de interés por ser asaltadas

El Centro Comercial de Santa Fe publicó su informe sobre la cantidad de hechos delictivos que sufrió el comercio durante el 2014. Para elaborarlo recurrieron a las noticias relacionadas a robos y asaltos, publicados en los portales digitales de los medios de la ciudad y también el contacto con los trabajadores del sector.

La cifra experimentó un notable crecimiento respecto a años anteriores a pesar de que muchos de ellos no fueron denunciados o no aparecieron en los medios locales.

Según el documento el día de la semana elegido por los delincuentes resultó ser el lunes, seguido por el martes, que en 2013 y 2012 resultó en primer lugar. En tanto, desde el año 2012 hasta el 2014, el domingo fue el día con menos robos, seguidos por el sábado. Al igual que en los dos años anteriores, la mayor cantidad de robos se produjo durante la madrugada (el 92 por ciento, mientras que los asaltos fueron por la tarde (37).

Entre los rubros más afectados se ubicaron las estaciones de servicio, que de acuerdo al relevamiento, fue uno de los sectores que mostraron un crecimiento importante como interés por ser asaltados.

Impunidad y aumento de la violencia

Por otro lado, el informe también expresa que “No debe dejarse de destacarse el evidente incremento de violencia, agresividad y hasta irracionalidad de los delincuentes que no se conforman solamente con la obtención de dinero, mercadería ú objetos de valor, sino que atentan con frialdad y sin piedad contra sus víctimas sin necesidad, con golpes, disparos y agresiones de todo tipo a sus víctimas. 

La impunidad de los delincuentes los alienta a delitos mucho más osados y arriesgados. Esta impunidad aumenta proporcionalmente al aumento de la sensación de desprotección” de la ciudadanía, que atónitos son espectadores de actos de extrema violencia. 

La realidad y las crónicas periodísticas evidencian la crítica situación que genera la inseguridad a la vez de desnudar el estado de ánimo de impotencia y muchas veces de

hartazgo y de bronca contenida de la sociedad, la cual muchas veces finaliza en situaciones de violencia revertida en una equivocada descarga emocional contra los delincuentes que en algunas ocasiones estuvieron al borde del linchamiento, lo cual no condice con una sociedad civilizada”, concluye el documento.