Caída generalizada: todas las marcas se desprendieron de estaciones de servicio

Todos los años la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA) se toma el trabajo de relevar la cantidad de bocas de expendio que hay en nuestro país. Para corroborar la información, solicita al departamento comercial de las principales banderas que detallen las estadísticas propias.

Recién una vez confirmadas las cifras con el sector privado, en línea con lo que establece la Secretaría de Energía, se pone a disposición de los asociados, para que saquen sus propias conclusiones sobre la evolución del negocio. Es útil para entender los movimientos y anticiparse al provenir.

Según el estudio, desde octubre de 2013 a mismo mes de 2014,  todas las compañías redujeron el parque de estaciones. En lo que respecta al sector de las blancas o sin bandera la situación fue aún más grave: 44 en total, entre las que despachan líquidos y sólo GNC.

¿Cómo se explica esta tendencia en un contexto de ampliaciones de las refinerías? En el mercado se observa una concentración de los despachos de naftas y gasoil en los puestos grandes, estéticos, con buen porte y ubicados en zonas estratégicas. Los comercios pequeños y poco vistosos, fueron quedando al margen de las preferencias de los proveedores y consumidores.

Si hubo durante este año un movimiento que promete transformarse en tendencia: el cambio de bandera de muchos establecimientos que intentan tras esta decisión mejorar su posicionamiento en el mercado. Es que por primera desde hace mucho tiempo, hay petroleras con fuertes proyectos de expansión que invitan a sumarse a su red.

En este contexto, se hizo realidad el deseo de Guillermo Moreno, el ex secretario de comercio interior, que en una audiencia con expendedores admitió que era necesaria una “limpieza” del mercado. En su visión no había lugar para empresas de baja escala y fue lo que terminó ocurriendo, por la desprotección del Estado.