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De acuerdo a datos de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI) cayeron aproximadamente 100 locales, muchos de ellos todavía no dados de baja por la Secretaría de Energía. ¿Cuáles son los motivos? Los mismos que hace una década: desfavorables condiciones de comercialización.
Cuando un Gobierno deja que sean estrictamente las leyes del mercado las que orienten la economía, en realidad, está interviniendo a favor de los actores mejor posicionados en cada sector. En el caso de las bocas de expendio, está claro que a las autoridades no les hace ruido la concentración de las ventas en manos de las petroleras.
Tampoco preocupa a las autoridades el cierre de estaciones sin bandera, de acuerdo a Manuel García, el presidente de AESI, que en 2014 resultó en aproximadamente 100 Pymes. Actualmente hay en existencia 566 de estos puestos que despachan naftas y gasoil, la mitad que en 2004.
¿Cuáles elementos ocurren en este negocio que perjudican a los operadores? García hace un resumen que grafica la situación: “Las bocas blancas están en inferiores condiciones de mercado; no tienen marca y esto hace que la gente tenga cierta desconfianza, y encima venden el combustible más caro porque primero pasa por un intermediario `parasitario´, que es el distribuidor, mientras que las embanderadas compran directamente a la petrolera, a un costo menor”.
Como primera respuesta, el dirigente con larga experiencia gremial-empresaria, plantea a surtidores.com.ar que “la refinería tendría que abastecer en forma directa a los expendedores; esto mejoraría bastante el panorama”.
García pone el ejemplo de Brasil: “Petrobras promueve que el volumen salga directamente por locales blancos porque se ahorra el recambio de las instalaciones, la fachada y el mantenimiento de los surtidores. Para estimular este esquema de negocios les da mejores márgenes; entonces se arman grupos de hasta 30 empresas que conforman una marca y se lanzan al mercado, sin ser petroleras”.
Contexto interno adverso
García advierte que el Gobierno podría aplicar otra rebaja de los precios de los combustibles en surtidor del 5 por ciento. “El barril de crudo llegó a los 46 dólares y desde el Ministerio de Economía presionan para bajar las naftas y frenar las expectativas de inflación; en mi opinión lo van a hacer, a pesar de que YPF no esté de acuerdo para no comprometer los planes de inversión en Vaca Muerta”, sostuvo para agregar: “es más importante la inflación; si esto ocurre nos va a destruir”.
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