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Por más que las naftas importadas bajen de costo, el biocombustible cumple la función de reducir los gases de efecto invernadero y limpiar la matriz. ¿Cómo se presenta 2015 en estas condiciones? Hay volumen para reemplazar importaciones; reclaman estabilidad en las reglas del juego.
Sergio Szuchet, representante de Diaser, una empresa que cuenta con una planta agroindustrial de vanguardia para elaborar bioetanol, en la que trabajan aproximadamente 100 personas, radicada en Villa Mercedes, al este de San Luis, a pocos kilómetros del límite con Córdoba, analizó el mercado en contacto con surtidores.com.ar, luego de que el barril de crudo cayera por debajo de los 50 dólares en Nueva York, lo que abarata a sus productos derivados y competidores de los biocombustibles, como las naftas.
“No debiera tener incidencia en nuestra industria, ya que el motivo del uso de los biocombustibles va más allá de una eventual reducción del precio del crudo. Fundamentalmente su uso está basado en el cuidado del medio ambiente, la diversificación de la matriz energética con energía renovable, la industrialización de la ruralidad agregando valor a la materia prima, generando importantes aportes fiscales, económicos y sociales en toda su cadena de valor, además de disminuir las importaciones combustibles”, sostuvo.
En base a lo que establece la legislación vigente, no es sólo una cuestión económica o de costos la que entra en juego cuando se analizan el producto energético que utiliza un país. Hay motivos de sustentabilidad y de cuidado del medio ambiente. Aunque cabe destacar que el bioetanol es muy competitivo y hasta interesa a compañías para suplir los faltantes de gas natural en épocas de alto consumo.
Lo que preocupa a Szcuchet, más que los vaivenes del precio del petróleo, es la incertidumbre que se presenta en la plaza local respecto de los valores que fija la Secretaría de Energía en forma mensual. Hace referencia a la Resolución 44/2014, que si bien estableció un crecimiento progresivo del corte obligatorio hasta llevarlo al 10 por ciento, estipuló una disminución gradual del 30 por ciento en el pago a productores por parte de las petroleras.
Además, el empresario no está conforme con la manera en que se diferenció el bioetanol obtenido a partir de maíz y de caña de azúcar, debido a que implicó una fuerte reducción de la rentabilidad: “estamos a la espera de una reunión en la que propondremos que se modifique la fórmula entre otros factores contemplando los altos niveles de inversión incurridos en las plantas para obtener Bioetanol a partir del maíz”.
“Si bien los mismos posibilitaron menor costo de elaboración, su contrapartida es el costo financiero producido por la inversión que esperamos sea tenido en cuenta ya que es muy significativo; lo contrario desalienta cualquier inversión y va contra el objetivo de la ley que promocionó su producción”, planteó en diálogo con surtidores.com.ar.
Capacidad de producción en alza
Actualmente el sector cuenta con una capacidad instalada que permitiría al bioetanol aportar como mínimo un 12 por ciento de las naftas que se despachan en los surtidores. De acuerdo a datos oficiales hace tiempo que están dadas las condiciones para agregar al mercado 266 millones de litros.
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