El Gobierno prepara un plan integral para el mercado de los hidrocarburos con el respaldo de petroleras, provincias y sindicatos

El Gobierno intenta lograr un acuerdo con los mandatarios de las provincias productoras de petróleo que permita bajar 5 por ciento el precio de las naftas en el mercado interno desde los primeros días del año próximo. Sería toda una señal especialmente si el anuncio logra plasmarse antes de que comience el gran desplazamiento vehicular que se origina con motivo de las vacaciones de verano.

Según fuentes del mercado no solo se busca reducir los valores en el surtidor en sintonía con la caída del barril de crudo, sino que se trataría de un plan hidrocarburífero integral, que incluye a petroleras, provincias y sindicatos del sector. Las estaciones de servicio, si bien forman parte de la cadena, no fueron invitadas al debate.

El Ministro de Economía, Axel Kicillof, su par de Planificación, Julio De Vido y el presidente de YPF, Miguel Galuccio, son los responsables de intentar lograr el equilibrio en este mercado de intereses contrapuestos. Entre los que festejarían las medidas se encuentran las refinerías -pagan el barril a 83 dólares mientras que el precio internacional cotiza a 55-, y los consumidores que lograrían algo de alivio para sus bolsillos.

Por el otro lado se ubican las provincias pertenecientes a la OFEPHI, las que cederían una parte importante de sus regalías y los sindicatos petroleros, que pugnan por mantener un precio interno del barril de crudo, de manera de proteger las inversiones hidrocarburíferas en la región.

Al respecto, el Secretario General del Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut, Jorge Ávila, quien fue convocado al encuentro, señaló que “hemos aprendido demasiado en los últimos tiempos a defendernos como para que aparezcan algunos con soluciones mágicas”, e indicando que “esa curita pasó de moda, era un parche ilógico, porque hay que trabajar las cosas diarias. Vamos a defender los intereses de nuestros trabajadores y los de la provincia del Chubut, que es la que va a correr los riesgos de acuerdo a cómo siga cayendo el precio del crudo”, advirtió.

El proyecto en estudio considera una reducción de la carga impositiva que se aplica sobre los productos refinados, como un modo de repartir las cargas entre las tres partes (Gobierno, provincias y petroleras) de modo de concretar finalmente la baja en las pizarras de las estaciones de servicio.