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Todos los bloques ya tienen en su poder el ante-proyecto de ley que regula la comercialización minorista de naftas y gasoil. ¿Conviene presentarlo en 2014? Los dirigentes estiman que el próximo año se podrá analizar en el recinto, con la participación de todos los actores.
Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) asegura que “todos los presidentes de bloque ya han recibido los antecedentes del anteproyecto” que redactaron en conjunto dueños y empleados de estaciones de servicio, con la participación de algunas empresas petroleras, a los fines de establecer límites a la integración vertical.
El expendedor analiza los pasos legales que transitaría esta iniciativa generada por consenso: “seguramente se va abrir un debate en algunas de las comisiones e invitarán a todas las partes a que den su punto de vista; llegado el momento responderemos todas las consultas que sean necesarias”.
Estratégicamente, el proyecto sería introducido en el recinto el próximo período legislativo, de manera que tenga tiempo para ser votado hasta 2016. Por cuestiones propias de la vida parlamentaria, un expediente sólo tiene validez para ser analizado durante dos años. Después pierde vigencia y debe ser representado para su discusión.
“Vamos a comenzar una serie de visitas uno por uno a todos los bloques, y a partir de ahí proponer un debate que queremos que se de entre los actores involucrados”, “Sabemos por consultas que hemos recibido en nuestra entidad, que el anteproyecto ha despertado el interés de varios espacios políticos con representación parlamentaria. Eso obviamente nos alienta a seguir impulsando la iniciativa”, explica Díaz en diálogo con surtidores.com.ar.
Esta es la etapa de conversaciones. La apuesta principal es conseguir el apoyo de todas las fuerzas, tanto de la oposición como del oficialismo, ya que en definitiva consideran que plantea medidas nacionales y de interés general: para defender a la pequeña y mediana empresa frente al avance de las grandes petroleras.
En concreto, la propuesta pone un techo del 15 por ciento de las ventas de combustibles al público por parte de refinerías y distribuidores mayoristas. También establece que las bocas de expendio sean las encargadas de fijar los precios al público.
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