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Analizaron los temas que hacen al sector. Preocupó la disputa entre países por el petróleo y el ingreso de Estados Unidos como exportador ¿Cómo será el negocio en las próximas décadas? Cada delegación tendrá la oportunidad de brindar su punto de vista.
Ayer, hoy y mañana, se dará curso a XLVII Comisión Latinoamericana de Empresarios de Combustible (CLAEC), en esta oportunidad, en la Ciudad de México, para abordar los siguientes temas que interesan a las bocas de expendio: estructura de empresas mayoristas y de precios de los combustibles; tipos de contratos de estaciones de servicio y marcas preponderantes en el mercado.
Por parte de Argentina, viajaron Alejandro Martorell, Vicepresidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) y Carlos Gold, secretario de la confederación.
Como figura en el protocolo de la organización, el presidente de la cámara empresaria que representa a las estaciones de servicio del país que fue anfitrión en el evento anterior, inaugura el congreso con un discurso, para luego dar la posta al titular de la entidad local.
Esta vez, el orador fue Antonio Galva, Presidente de la Cámara de Empresarios de Combustible de Costa Rica (ACECCR), quién se despachó con un extenso análisis sobre el presente que atraviesa el precio del petróleo en los mercados internacionales:
“Hoy, el mercado mundial del petróleo se encuentra mas activo que nunca. Las empresas petroleras se encuentran reactivando operaciones en Latinoamérica y por supuesto la participación de los Estados Unidos en la industria de la exportación, ha provocado la reducción del precio y la afectación a los países productores latinoamericanos, como Venezuela.
Aunque algunos expertos indican que los cambios que actualmente vivimos son temporales y no se sostendrán, tampoco nos aseguran con certeza, hasta cuando contaremos con combustibles derivados de hidrocarburos para generar la energía que se requiere en el mundo y mantener el ritmo en que se demandan estos productos.
Desde nuestra visión como distribuidores o intermediarios en este mercado, parece que estamos en medio de una guerra, que como todas las guerras no está del todo claro cual es su justificación ni en contra de quien se está luchando.
Sin embargo la pregunta es: A quien interesa esta situación?. A Estados Unidos los precios bajos o el autoabastecimiento?. Interesa a la OPEP incrementar los precios o sostener el crecimiento de los Estados Unidos en esta industria productiva, atractiva de momento debido a los altos precios del crudo, es un dilema que no esta en nosotros poder resolverlo.
Mientras tanto, en nuestra industria (la distribución a granel) las cosas no dejan de ser igualmente confusas, pues en todos nuestros países, el cuestionamiento se centra en los precios de los combustibles y sobre los márgenes de rentabilidad de todos los actores que participamos en la cadena de distribución.
Por un lado, nuestros costos de operación se han incrementado significativamente, y por otro los consumidores y las comunidades organizadas no quieren más incrementos en los precios.
Nuestros negocios cumplen una función altamente estratégica y desarrollamos esta actividad muchas veces para cumplir con preceptos de interés público, que hace a esta actividad extremadamente regulada en su operación y en la determinación de la retribución por la intermediación.
Recientemente hemos visto como nuestros hermanos uruguayos, han tenido que enfrentarse fuertemente a la distribuidora nacional, solicitando que se reconozcan los costos implícitos en la distribución al detalle de los combustibles, también, esta semana escuchamos de ciudades en Colombia (Pasto y Nariño) bloqueadas por falta de combustibles donde parte del problema es la falta de reconocimiento económico para los distribuidores.
En nuestro país Costa Rica, la situación no es muy diferente, vivimos intensamente hace unos meses atrás, la intención de nuestro ente regulador de reducir el margen de comercialización que de todos modos es deficitario y que en la actualidad atravesamos por un proceso de revisión de nuestro modelo tarifario, sobre el cual debemos de estar vigilantes para que se incluyan la totalidad de los rubros que involucra la distribución de combustibles en las estaciones de servicio y como mínimo, defender el cumplimiento de la Ley 7593 de ARESEP, el cual reza de que las tarifas establecidas, no pueden atentar contra el equilibrio financiero de los que préstamos este servicio público. Estoy seguro que esta situación, es parte de la gran preocupación de todos los que estamos hoy aquí en este convivio de empresarios latinoamericanos”.
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