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Empleados y dueños de estaciones, junto a la petrolera Shell, coincidieron ayer durante el encuentro que organizó el sindicato en Capital Federal en armar una “mesa de enlace” que vaya consensuando cada uno de los artículos de la iniciativa que se pretende presentar en 2015, en pos de garantizar la permanencia de las pymes. Los detalles del evento.
Eran las cuatro y media de la tarde cuando Carlos Acuña, Secretario General de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) comenzó a explicar los motivos que congregaron a cerca de 300 personas. Fue preciso, concreto, utilizó un lenguaje modesto, y se explayó lo justo y necesario: “estamos dispuestos a apoyar la lucha”, fue al grano a poco de comenzar su mensaje, en un compromiso directo ante los estacioneros, quienes por lo general son más temerosos a la hora de reclamar.
Había gran expectativa por el congreso y con motivos: se logró reunir a 16 cámaras empresarias que representan a las bocas de expendio y a los gremios de todo el país con la excepción de Córdoba, para avanzar en un plan de acción en conjunto dejando de lado las asperezas.
Llevó tiempo que los dirigentes maduren y se den cuenta que, como dijo Juan José Aranguren, el presidente de Shell en Argentina, es hora de “agrandar la manta”, para que ningún actor quede a la intemperie.
Dadas las disertaciones, Acuña consideró que “hay más coincidencias que diferencias”, entre los actores. Aunque es consciente de que recién se dio el primer paso. Ahora viene lo más difícil que es plasmar en un texto las buenas intenciones de las partes. Hay intereses encontrados, que serán difíciles de reconciliar.
“El balance es positivo porque se dejan diferencias de lado que no son lo importante del evento. Entonces los objetivos son claros: como preservamos al sector para mantener los puestos de trabajo. Y creo que hoy quedó plasmada esa unidad a través del consenso en cuanto a las problemáticas planteadas”, mencionó al cierre del encuentro.
La gran ausencia de la tarde fue la compañía YPF, quién prefirió no enviar a ninguno de sus representantes. Los estacioneros explicaban en los pasillos, que el silencio de la petrolera estatal refleja su posicionamiento frente a las intenciones de regular el mercado de los combustibles, y sobre todo, de abandonar el sistema de consignación, que le permite establecer – junto al resto de las variables – los precios de los combustibles.
Tampoco asistieron directivos en nombre de AXION energy, la Asociación de Estaciones de Servicio (AES), Petrobras, Oil Combustibles, y la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI), a pesar de que fueron especialmente invitados por los organizadores.
Hubo cuatro disertaciones, en el siguiente orden: Carlos Acuña, de FOESGRA, Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), Juan José Aranguren, presidente de Shell en Argentina, Rosario Sica, presidente de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA) y Andrés Doña, Secretario Gremial de SOESGyPE.
En el panel también estaban Alejandro Martorell y Carlos Gold, vicepresidente y secretario de CECHA, e Ismael Marcón, máximo referente del sindicato de Santa Fe, aunque no hicieron uso de los micrófonos.
En las primeras filas se pudo observar a Luis Malchioldi, presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles (FEC), Adolfo Grittini y Marcelo Pirri por Río Negro y Neuquén, Octavio D´ascanio y Federico Ricci por Mendoza, Saúl Vilches de la Asociación de Operadores de YPF, Guillermo Lego, Gerente de CECHA, Pablo Bornoroni, de Córdoba y miembros de la Cámara de Expendedores de GNC (CEGNC), entre otros dirigentes.
De todas maneras, cabe destacar que el grueso de los presentes en el auditorio eran trabajadores y seguidores del gremio. Se apreciaba en los aplausos y exclamaciones cuando exponía Carlos Acuña, el anfitrión.
En su discurso, Oscar Díaz, dejó algunas frases repicando que serán eje de debate la próxima semana, cuando continúe analizando el proyecto de las estaciones de servicio: “el estacionero no maneja las principales variables del negocio”, señaló en clara alusión al sistema comercial de consignación, que establece YPF. Entiende que se debe reconsiderar este esquema.
Sostiene su postura planteando que resulta una paradoja que “en los últimos años creció en forma exponencial el consumo de combustibles y sin embargo cerraron 2000 bocas”. En otras condiciones, asegura que el panorama sería distinto: “tendríamos que ser un sector que debería nadar en la abundancia”.
El empresario de Chaco tampoco festejó alegremente el sistema de re-venta, al menos como funciona en la práctica: “los precios sugeridos no son tan sugeridos”, señaló.
A su turno, el presidente de Shell, Juan José Aranguren, saludó la unidad reflejada en el evento y se mostró predispuesto a brindar su “verdad relativa” en el comité designado para realizar el seguimiento del articulado del proyecto.
A priori, el CEO de la segunda empresa más importante de la plaza dejó entrever que un 40 por ciento de participación de las petroleras en el negocio minorista le parece excesivo. Díaz, al pasar, en sus minutos de protagonismo mencionó como ejemplo un máximo de 5 por ciento, aunque quedó como comentario del momento.
Aranguren después explicó que Shell también redujo su cantidad de locales de propiedad de 126 a 49, en apenas una década. Conservó las mejores estaciones, con buena ubicación y caudal de ventas.
En la actualidad, el volumen que sale por los canales directos (mayoristas) y por estaciones oficiales supera con creces esta referencia. Es el corazón de la propuesta que estará en discusión. “Estoy de acuerdo en que los precios deben ser fijados por las estaciones de servicio”, destacó Aranguren.
También el directivo mencionó un vacío legal existente en la legislación vigente que podría generar controversias: “es necesario establecer una definición de comercialización minorista”.
Andrés Cavallari, Gerente de Retail de Shell, fue contundente para reemplazar las palabras finales del retirado Aranguren: “cuenten con nosotros para debatir este proyecto”, le dijo a los empleados y estacioneros.
En su exposición, Rosario Sica, referente de FECRA, compartió los reclamos que presentaron sus colegas; al tiempo que aprovechó – desviando el eje de la convocatoria – para plantear su preocupación por la instrumentación de la tasa vial y la inseguridad.
Ni lerdo ni perezoso, Andrés Doña, Secretario Gremial de FOESGRA, planteó en su cierre que tanto el sector empresario como los trabajadores deben tener una participación económica del canon (supuestamente ilegal) que se cobra para destinar a la reconstrucción de autopistas, calles y rutas.
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