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Es consecuencia directa del crecimiento de las conversiones de vehículos a partir de los aumentos de precios de las naftas y gasoil. Notan mayor movimiento, a pesar de que ha crecido la oferta, con nuevas y mejores bocas de expendio. ¿Cómo avanzará el mercado?
En los últimos años la venta de automóviles creció en niveles records. De acuerdo a datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) más del 90 por ciento de los rodados que salen de fábrica tienen motores nafteros.
El cambio en la industria automotriz no se dio por casualidad: la tendencia alcista de los valores de los combustibles impulsa la transformación hacia el GNC, que cuesta menos de la tercera parte e incluso rinde entre un 10 y 20 por ciento más que sus competidores líquidos.
Tal es así que según indican desde las cámaras empresarias en los últimos meses se colocaron en promedio 18.000 sistemas de inyección por mes. Se destacan los de quinta generación, que han dominado un 70 por ciento del mercado, gracias a que ofrecen ventajas tecnológicas que seducen a los consumidores.
Bernardo Turcumán, presidente de la Cámara de Expendedores de San Juan (CECA) asegura que “se está incrementando la venta de GNC en las estaciones de servicio”. A diferencia del resto de los productos, que presentan bajas de entre un 10 y 15 por ciento, reconoce que “se está sosteniendo la demanda”.
Por otra parte, el dirigente resalta que “este año no tuvimos problemas de corte de suministro como en épocas anteriores”. Se debe a las obras de infraestructura que se realizaron en la distribución de gas natural en Mendoza, desde donde proviene el fluido que se comercializa en San Juan.
Por citar un ejemplo, según estadísticas que maneja el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) en los primeros seis meses de este año se comercializaron en los surtidores de la Provincia de Córdoba 198 millones de metros cúbicos, lo que representa un incremento del 6,5 por ciento respecto del mismo periodo de 2013.
Si bien los equipos de GNC aumentaron este último año a la par de la inflación, por lo que pasaron a costar entre 10 y 17 mil pesos, dependiendo del tubo, la amortización de la inversión es cada vez más corta. Un litro de nafta súper no se consigue en el interior por menos de 13 pesos.
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