El viernes debían encontrarse todos los actores involucrados en gestionar la continuidad de Petrolera Argentina, incluso se sumaría el Ministro de Economía, Axel Kicillof. Sin embargo de parte del Gobierno solo la nueva secretaria de energía concurrió a la cita. Se comprometieron a reunirse el jueves aunque desde el sector empresario se mostraron escépticos
Días atrás el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, el ministro de Trabajo de Nación, Carlos Tomada, el CEO de YPF, Miguel Galuccio, el senador nacional Guillermo Pereyra y los titulares de refinerías de baja escala, mantuvieron un encuentro para definir la situación de estas empresas que transitan un presente económico sumamente complicado.
El resultado de aquella reunión fue conformar una mesa de trabajo en la búsqueda de una solución definitiva, para lo cual se citó a las partes el día viernes. Incluso se sumaría el Ministro de Economía, Axel Kicillof.
Sin embargo, a excepción de la flamante secretaria de energía, desde el Gobierno nadie concurrió a la convocatoria. Al respecto, Pereyra informó que se le entregó a la funcionaria un informe que ya había sido presentado en reiteradas oportunidades a las autoridades nacionales por el titular de la Comisión de Minería, Energía y Combustibles de la Cámara Alta y por las firmas involucradas.
“La nueva secretaria de energía tenía un desconocimiento total del tema. Se limitó a tomar nota y a excusarse diciendo que recién había asumido. Pero esta crisis lleva más de un año y, por ejemplo, desde Petrolera Argentina plantearon que la situación es insostenible y que van a esperar hasta el jueves -en que existe un nuevo compromiso de reunión-, y si no cerrarán sus puertas“, anunció Pereyra.
De todas maneras, el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa adelantó que no asistirá a esa reunión, ya que prefiere “permanecer en la provincia de Neuquén para definir desde allí los pasos a seguir” desde la organización gremial. La semana pasada, debido a los despidos y suspensiones de trabajadores que se habían producido ante la falta de respuestas del gobierno nacional, se había anunciado un paro de actividades que se levantó a cuenta de la frustrada reunión.
El objetivo era comenzar a trabajar para resolver los problemas de las pequeñas refinerías que se ven imposibilitadas de competir con las multinacionales del rubro por cuestiones de inequidad impositiva y de condiciones de comercialización. Entre otras diferencias, las grandes empresas están eximidas de pagar el Impuesto a la Transferencia de Combutibles (ITC).
“Gracias al compromiso de esta reunión se levantaron los despidos y suspensiones. No sé qué va a pasar ahora, pero que no toquen a los trabajadores porque va a haber conflicto“, advirtió Pereyra.
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