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De acuerdo a la cantidad de litros de naftas y gasoil vendidos al público durante el mes de mayo, a cada estación de servicio del país le correspondería un volumen suficiente que le permitiría una subsistencia sin demasiados sobresaltos. Las distorsiones del mercado sin embargo, impiden lograr este objetivo
De acuerdo a datos dados a conocer recientemente por la Secretaría de Energía, en mayo las ventas de naftas y gasoil al público totalizaron un volumen de 1283 millones de litros. Este caudal se desperdigó según el organismo, en 3962 estaciones de servicio ubicadas a lo largo y ancho del país.
Una distribución lineal permite suponer que a cada boca de expendio le corresponderían 324 mil litros de combustibles, un valor suficiente para otorgarle a cualquier empresario del rubro una subsistencia sin demasiados sobresaltos. Sin embargo, el reparto dista de tener esas características, especialmente por la fuerte participación de las empresas en el mercado a través de surtidores propios que a la postre son los mayores receptoras de la demanda.
Según las estadísticas oficiales, en Argentina operan 4486 bocas de las cuales 524 despachan Gas Natural Comprimido. Del resto, 1175 son duales y las 2787 que quedan solo ofrecen combustibles líquidos. Estos dos últimos grupos son los que compiten por ofrecer la mayor cantidad posible de los litros de naftas y gasoil que se destinan al consumo masivo.

Sin embargo son muy pocos los negocios que cubren las expectativas de superar ese ansiado punto de equilibrio. Siendo que el grueso de la actividad está conformado por empresarios Pymes, el 17.4 por ciento de los puntos, considerados “grandes” por la AFIP, se llevan el 12.8 por ciento de la facturación del sector, mientras que las microempresas, que representan el 36,5 del mercado, efectúan ventas por el 3,1 por ciento del total.
Tal inequidad es motivo de decenas de proyectos de ley impulsados por los expendedores para que se corrijan estas distorsiones que atentan contra la subsistencia de las estaciones de servicio de menor envergadura. Sin embargo y a pesar de la insistencia, ninguno llegó siquiera a ser debatido por los legisladores a pesar de las promesas de campaña previa a un acto eleccionario.
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