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Empresarios de la actividad indican que de acuerdo a las estadísticas no se están registrando nuevas aperturas, salvo casos aislados en el interior del país. En cuanto a los precios en surtidor pugnaron por mantener el esquema vigente, rechazando cualquier tipo de regulación.
En los últimos diez años creció a buen ritmo la cantidad de bocas de expendio que ofrece GNC, como consecuencia del incesante aumento de las conversiones de vehículos. En general los inversores eligieron radicar sus negocios por fuera de los centros comerciales, en las periferias de las ciudades, zonas en las que suelen concentrarse el grueso de los usuarios y el costo inmobiliario es más accesible.
Asimismo, los puestos que ya despachaban naftas y gasoil vieron en este combustible una alternativa económica para compensar los bajos márgenes. Tal es así que de acuerdo a datos de la Secretaría de Energía actualmente hay en funcionamiento 2000 locales con surtidores de GNC, el 50 por ciento de los existentes en el país.
Enrique Fridman, presidente de la Cámara de Expendedores de GNC (CEGNC) aclara que este proceso de expansión de la oferta se frenó en los últimos tiempos: “no hay nuevas estaciones”, afirma. Es que por este auge de las inversiones el promedio de ventas por puesto pasó de 180.000 metros cúbicos en 2004 a 120.000 en la actualidad.
Fridman sostiene que en Capital Federal se desconocen proyectos en carpeta, distrito que presenta los precios más bajos de la plaza, pero no descarta que en alguna provincia haya interesados en ingresar a la actividad, aunque estima que son casos contados.
Si bien el dirigente aclara que las cámaras de representación gremial empresaria no están facultadas para determinar los valores al público, en su opinión cada “operador debe ubicar los importes en base a la rentabilidad de la zona”. Indirectamente se manifestó en contra de la iniciativa que elaboró la oficialista Senadora Nacional Cristina Fiore Viñuales tendiente a regular las pizarras.
La caída de la rentabilidad en el sector se acentuó en agosto de 2012, cuando el valor del gas en boca de pozo pasó de 15 a 60 centavos – con IVA incluido -, incremento que tuvo que ser absorbido por las estaciones de servicio. Fue la propuesta que diseñó la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas para transferir ingresos a las petroleras.
Seguridad en el expendio de GNC
Fridman cuestionó el informe que lanzó la Auditoría General de la Nación contra el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) en el que se plantea que el servicio de carga es ineficiente e inseguro. Por el contrario, reconoce la inexistencia de accidentes y el creciente interés de los automovilistas por este combustible. “El GNC es un combustible seguro, económico y confiable”, destaca el expendedor.
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