La evolución del precio de los combustibles, especialmente durante este año, superó todas las previsiones, incluso la de los analistas más críticos a la política energética y económica que lleva adelante el Gobierno. Con el aumento del 3.8 por ciento de mayo, el quinto consecutivo de 2014 (7 por ciento en enero; 6 en febrero; 6,1 en marzo y 5,4 en abril), el litro de combustible lleva acumulado 28.3 por ciento.

Algunas consultoras, las más optimistas, estimaron para todo el año una inflación del 35 por ciento, por lo que en el caso de los derivados petrolíferos ya rozarán esa cifra en tan solo los cinco primeros meses. Sin embargo, si la comparación arranca desde el comienzo de la década, los valores superan en varias veces ese índice.

Un relevamiento efectuado por la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos (CECHA) respecto del desarrollo de las pizarras en las estaciones de servicio de la red Opessa en Capital Federal confirma la tendencia. Según la entidad, desde mayo de 2010 a la fecha las naftas acumulan una escalada del 201 por ciento mientras que en el caso del gasoil fue del 210 por ciento.

En este contexto el que más trepó fue el gasoil común, un producto cuya demanda atada al consumo del agro, transporte y la actividad industrial, está en franco retroceso. Durante este período su precio se incrementó 231 por ciento, mientras que su competidor de mayor calidad el Diesel Premium, hizo lo propio en un 188 por ciento.

Siendo que este último producto mayormente proviene desde el exterior, la necesidad de alinearse a las referencias internacionales es una conclusión inevitable. No obstante y por efecto de los subsidios a la importación que lo eximen de tributar el Impuesto a la Transferencia de los Combustibles hacen que su incidencia en el surtidor sea inferior.

En el caso de las naftas la situación es muy similar: el impacto más fuerte recayó sobre la súper, del 215 por ciento, en tanto que la de mayor octanaje sufrió una suba del 188 por ciento desde 2010 al presente.

Cual será el destino de los precios durante este año se sabe poco pero se especula mucho. YPF, la regente del mercado con el 60 por ciento de participación, necesita seguir actualizándolos ya que resultan indispensables para atender los planes de inversión destinados al desarrollo de recursos en especial los no convencionales. ¿El resto? Solo espera la decisión de la estatal para mover los suyos.