Quieren implementar un corredor nacional para abastecer camiones a GNC

El calentamiento global y sus nocivas consecuencias sobre el medio ambiente demandan una rápida acción para mitigar la huella que dejan las emisiones de gases sobre el planeta. Gran parte de la responsabilidad de este “efecto invernadero” proviene de las emanaciones producidas por los combustibles fósiles en todas sus variedades.

Reducir el impacto contaminante está al alcance de nuestras manos. Argentina cuenta entre sus alternativas energéticas al gas natural, el derivado hidrocarburífero más limpio. En efecto, al estar compuesto principalmente por metano (CH4), produce un 25 por ciento menos de CO2 que los productos petrolíferos y un 40 menos que la combustión del carbón por unidad de energía producida.

En la búsqueda de fomentar esta iniciativa, ESIGAS, una empresa de servicios de ingeniería dedicada a desarrollar de sistemas de combustibles alternativos reconocida a nivel internacional, planteó la necesidad de implementar un gran corredor nacional para abastecer camiones a GNC.

En realidad se trataría de una segunda etapa – ya existe un “Corredor Azul” entre Buenos Aires y Mendoza – que uniría las ciudades de Rosario y la localidad cuyana. “Ya tenemos las empresas mendocinas dispuestas a aportar cargas, falta la participación de las firmas santafecinas y su zona”, deslizó su titular, Víctor Derlich.

El empresario apuntó que siete grandes rodados se abastecen en forma continua aprovechando los surtidores instalados a lo largo del camino que conecta ambas provincias. “Además de las ventajas económicas que ofrece el uso del GNC, prevemos reducir 350 toneladas de CO2 en 2014, equivalente a plantar 80.000 árboles del tipo del que se usa en el arbolado público”, expresó.

Derlich señaló que “la idea es disminuir 50 toneladas por año y por camión, sin costo adicional”. Por eso es importante que se acoplen compañías responsables con el medio ambiente y aquellas comprometidas en la lucha contra el cambio climático y la contaminación ambiental.

“Las empresas europeas y norteamericanas son consientes de esta política y apoyan este tipo de iniciativa”, comparó finalmente.