Ayer fue un día para el olvido en la industria petrolera. El barril de West Texas Intermediate (WTI) para entrega en mayo se desplomó en casi un 300 por ciento cotizando por debajo del 1 dólar y hasta tocar márgenes negativos.
Esta situación está generando un impacto fenomenal en las empresas del país del norte, arrastrando a la quiebra de algunas de ellas.
En el plano local (la referencia es el Brent del petróleo del Mar del Norte que se mantiene en torno a los USD 25), el Gobierno nacional evalúa implementar un barril criollo en torno a los 45 dólares y el congelamiento de precios en surtidor de naftas y gasoil hasta diciembre, manteniendo los valores que se registraban a fines de marzo pasado.
En diálogo con surtidores.com.ar, Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA, manifiesta su apoyo a esta iniciativa siempre y cuando el sector de expendedores sea convocado a dialogar.
“Nosotros somos una parte importante de la cadena de comercialización, el último eslabón donde trabajan unas 60 mil personas. Entonces en cualquier negociación de barril criollo y congelamiento de precios se tiene que tener en cuenta a las Estaciones de Servicio”, expresa el dirigente.
Concretamente, Bornoroni señala: “Cuando digo tenernos en cuenta dentro del barril criollo me refiero a que un porcentaje de ese precio vaya para las Estaciones de Servicio”.
¿POR QUÉ NO BAJAN LAS NAFTAS EN ARGENTINA?
Como se mencionó anteriormente, el gobierno estaría evaluando conservar los precios al público de la nafta y el gasoil hasta fin de año. Esto no implicaría un beneficio para que las petroleras aprovechen el contexto actual, sino que habría decisión de aumentar el impuesto a los combustibles líquidos para recuperar algo de lo perdido desde que se implementó la nueva metodología del gravamen en 2017.
Vale recordar que desde marzo del 2018 a noviembre del año pasado, el Estado nacional resignó la recaudación de 100.000 millones de pesos, por su utilización como “amortiguador” de las oscilaciones de precios en las Estaciones de Servicio.
“Este quizás sea el momento de hacerlo para continuar manteniendo el esquema de subsidios a la industria hidrocarburífera”, señaló un experimentado asesor del sector petrolero a surtidores.com.ar. De este modo, lo valores se mantendrían, ya que el incremento sería nuevamente absorbido por las refinadoras, que se ven beneficiadas por la caída internacional del crudo.
VOCES EN CONTRA DE LA MEDIDA
“No aceptamos la implementación de un barril criollo. No tiene ninguna justificación desde el punto de vista económico a los precios internacionales que estamos presenciando”, marca como contrapunto Gerardo Rabinovich, Directivo del Instituto Argentina de Energía “General Mosconi”.
En diálogo con surtidores.com.ar, el especialista opina que un barril diferenciado “es un subsidio que saldrá del bolsillo del consumidor y que hoy no tiene ningún sentido”.
“Nosotros hemos calculado que el consumidor, a un precio promedio de 40 dólares para este año, le estaría transfiriendo a la industria más de 850 millones de dólares”, asegura Rabinovich.
Por su parte, Jorge Lapeña, ex Secretario de Energía de la Nación, comparte este punto de vista. “No admito un barril criollo con un precio diferenciado ni que se congelen los precios hasta fin de año”, expresa.
El ex funcionario observa que desde la caída del precio del barril WTI en Estados Unidos se llevó a cabo una baja inmediata en los surtidores del 30 por ciento en la nafta y 18 en gasoil. Opina que en Argentina debiera ocurrir algo similar y no mantenerse estables como viene sucediendo.