El gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, firmó este lunes el decreto 702 que ordena cerrar las fronteras de la provincia, una de las más afectadas por el Coronavirus y dispone, en cuatro localidades, el cese de todas las actividades no esenciales, inclusive la venta de combustible, que se expenderá solo para posibilitar las tareas de seguridad y salud, informó la gobernación.
Aunque la medida de limitar las actividades comerciales rige solo para la capital, Resistencia, junto con Barranqueras, Fontana y Puerto Vilelas, todas dentro del departamento de San Fernando, el único donde se mantiene la circulación viral, el gobierno provincial pidió al resto de los municipios que se sumen a extremar el aislamiento.
Según informaron expendedores de esa provincia a surtidores.com.ar, se contactaron con funcionarios para consultar los alcances de la medida. “Si cargan a vehículos no autorizados estamos en infracción”, les advirtieron.
“El decreto está vigente, y eso nos obliga a controlar”, expresaron con cierto fastidio.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles, Oscar Gaona, planteó situaciones que potencialmente se pueden llegar a dar en las Estaciones de Servicio. En diálogo con la agencia chaqueña de noticias aseveró que “nosotros no tenemos control de policía para determinar si un permiso es válido o si está vigente o no”, y agregó: “Además, el sindicato también va a saltar porque no es función de ningún empleado controlarlos”.
CAOS EN LOS SURTIDORES
Apenas conocidos los alcances del decreto, en todas las Estaciones de Servicio se originaron colas que alcanzaban varias cuadras de longitud.
El fenómeno se replicó en las ciudades del interior de la provincia.