El mes de Junio es para los empresarios y comerciantes un período en que habitualmente se suelen formular diagnósticos de cómo viene la actividad comercial del año. No digo nada nuevo al afirmar que el resultado es negativo y poco alentador. Algunos podrán echar mano a la pandemia del COVID 19 y la cuarentena. Es cierto.

Es innegable que la situación descripta generó un efecto perjudicial en nuestra sociedad y en la economía de todos los agentes productivos; pero en lo que concierne específicamente al sector de las Estaciones de Servicio, terminó por consolidar una situación totalmente dramática.

En efecto, los estacioneros se encuentran “rehenes” de un escenario negativo, sin capacidad para maniobrar y equilibrar su propio negocio. Insólito!.

Veamos, en materia de venta o ingresos: Rige el congelamiento de precio en surtidor dispuesta por el Gobierno Nacional, situación que viene de arrastre desde fines del año pasado y se registró una caída significativa en los volúmenes de venta en las Estaciones de Servicio, principalmente en el mes de abril y mayo.

Cabe señalar que todo esto debe ser analizado en el marco en que los estacioneros no son formadores de precio, quedando atados contractualmente a las políticas e imposiciones de las Petroleras.

Por su parte, en materia de costos, vemos que no hubo posibilidad de ajuste por parte del empresario, quien abonó los incrementos mínimos de $ 4.000 mensuales dispuestos por el Gobierno (Dec. PEN 14/2020).

De la misma forma, preservó las fuentes de trabajo, cumpliendo de esta forma con los Decretos de prohibición de despidos y suspensiones y si bien algunos pudieron acceder a la ayuda financiera del ATP, detectamos que en el último mes dejaron de ser atractivos y viables por las confusiones y cambios en las reglas de juego.

A todo esto hay que sumarle que junio es mes de aguinaldos, con lo cual resulta lógica la preocupación del sector.

En este contexto, reiteramos algo que ya dijimos en otras oportunidades: Llegó el momento en que las petroleras reajusten las condiciones económicas y comerciales de los contratos a fin de tornar viable la continuidad de su red de Estaciones de Servicio.

Y por otra parte, también llegó el momento de instalar nuevamente el tratamiento y sanción de una Ley de Comercialización de Expendio de Combustibles Minorista a fin de darle certeza, transparencia y legalidad al sector.

En este sentido, no vemos objeciones para avanzar con esta cuestión ya que existe consenso entre las Cámaras empresariales, las Entidades Sindicales, y la mayoría de las empresas petroleras. Incluso, goza también de la anuencia de los legisladores quienes ya tuvieron la posibilidad de acceder a su texto.

*Francisco Berdaguer es Abogado (UCA), Escribano, Magister en Derecho Empresario y miembro del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal