Representantes de Expendedores Unidos mantuvieron un encuentro virtual con funcionarios del Ente Regulador de la Electricidad, con la intención de formalizar el reclamo por la desproporción que existe entre el cargo de potencia contratada y las ventas.
El pedido de los estacioneros se focaliza en la situación de las bocas de carga de GNC, cuyo nivel de actividad durante el aislamiento social promedió un 30 por ciento en comparación con los volúmenes despachados antes de la pandemia.
El caso es que este segmento tiene la reserva de potencia eléctrica convenida de antemano para permitir que los compresores se pongan en funcionamiento. Es por ello que en estos meses de cuarentena, llegaron facturas similares a un mes normal pese a la disminución abrupta de la demanda.
Según expresaron desde el espacio que agrupa a las entidades CECHA, FECRA, AES Y CeGNC, “el ENRE entendió nuestro reclamo y nos pidieron información extra para avanzar en una solución que sea positiva para el sector”.
Es por ello que coordinaron el envío de un consumo testigo de una Estación de Servicio de estas características desde diciembre de 2019 a mayo de 2020. “De esa manera quedan explicitados los egresos constantes y los ingresos fuertemente disminuidos”, argumentaron.
Además de las autoridades del ENRE, de la reunión participaron Gabriel Bornoroni e Isabelino Rodríguez (CECHA), Fernando Romain (CeGNC), Luis Navas (AES) y Saúl Vilches (AOYPF).