La inestabilidad que acompaña la historia de las Estaciones de Servicio que no tienen contrato con grandes compañías para la comercialización se hizo presente en esta coyuntura particular de crisis sanitaria sumada a la situación del mercado internacional.
“Hoy tenemos la suerte de poder acceder a mejores precios mayoristas y modos de financiamiento que los colegas de bandera no tienen porque sobra combustible”, alegó el empresario blanco, Sebastián Barinaga.
El Directivo de la marca Líder Oil, explicó que sin embargo, “la única variable de rentabilidad para nosotros es el volumen de expendio, por tanto, otra vez perdemos la oportunidad de hacer una diferencia con los precios”.
En este contexto, Barinaga lamentó que “por causa de la cuarentena, no hubo prácticamente ventas en las Estaciones de Servicio”, aunque, reconoció que los únicos establecimientos de pequeño porte que pudieron alcanzar el punto de equilibrio fueron aquellos ubicados en las localidades menos pobladas y más alejadas de los centros urbanos.
“Especialmente aquellas que tienen de clientes principales al agro y a los camiones de productos esenciales pudieron hacer números aceptables para la rentabilidad, pero no hay que olvidar que nuevamente es un tema estacional y como la Argentina es muy grande y diversa, no existe una política que genere certidumbre para que los estacioneros blancos podamos proyectar un negocio a futuro”, aclaró.
Comentó que “el nuestro es un negocio de volumen, con un 80 por ciento de costos fijos y un 20 de costos variables, con lo cual, la única solución a la previsibilidad del mercado de expendedores independientes es la creación de un canal blanco, así como existe un canal mayorista y otro para la red de operadores propios”.
Finalmente advirtió que si las cosas siguen como fueron siempre, “los expendedores que no tenemos bandera, seguiremos pendulando entre la oportunidad y la desgracia”, sin una visión de horizonte de acción.