Cuatro ejes fundamentales
La Federación de Entidades de Combustibles y la Unión de Expendedores de Naftas y Afines, elevaron un pedido formal de reunión virtual al Subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales.
El titular de UENYA, Juan Carlos Basílico comentó en diálogo con surtidores.com.ar que “de acuerdo a nuestro carácter de signatarios del Convenio colectivo de Trabajo 488/07, le pedimos a las autoridades de la cartera energética que se transformen en un puente de arbitraje con las compañías productoras y refinadoras”.
Agregó que la carta enviada al subsecretario Carbajales busca hacer especial hincapié en cuatro temas fundamentales que según los dirigentes expendedores, “son la clave de la recuperación de los pequeños y medianos operadores de combustibles, que en los desfasajes provocados por la crisis económica y la falta de consideración de las petroleras, enfrentan hoy los peligros de quebranto que la pandemia impuso”.
Detalló que los reclamos concretos se relacionan con “la necesidad que las refinadoras aumenten el margen de comisionabilidad hacia su cadena de Estaciones de Servicio, habida cuenta de la asimetría de ambas partes en la negociación de los contratos de aprovisionamiento”.
En segundo lugar, detalló que buscan también que “se retome la aplicación de un antiguo decreto del Gobierno de Raúl Alfonsín que implementaba las tablas de corrección volumétrica para saldar las pérdidas que el estacionero asume cuando se produce la merma de cantidad real de combustible entregado a causa de la diferencia de temperaturas”.
Además expresó que insistirán para que se incrementen los controles exhaustivos de los establecimientos de venta de naftas y gasoil, dado que tanto la FEC como UENYA, poseen las pruebas y documentos que dan fe de la proliferación de puntos de venta irregular y de expendio minorista que se lleva a cabo en distintas bocas habilitadas para la venta a granel destinada a la producción agrícola, que “resulta desleal en perjuicio de las Estaciones de Servicio legalmente habilitadas para la comercialización”, dijo.
Alertó finalmente sobre los “desmesurados costos ocasionados por las operaciones de venta de combustibles mediante el empleo de tarjetas de crédito, que perjudica el giro comercial de los colegas expendedores”, aseveró Basílico.
Finalmente recalcó que estas operaciones electrónicas se dispararon a causa de las reglas de distanciamiento social obligatorio, pero que “no hubo medidas de contingencia para la capacidad de financiamiento de las expendedoras que vieron caer sus ventas casi un 90 por ciento” y redundó el hecho en “la falta de liquidez para asumir los costos operativos cotidianos”.
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