Temor a que se repita la situación padecida en 2020
La llegada de nuevas restricciones a la circulación por una posible disparada en los casos de COVID está generando incertidumbre en el sector. A eso se le suma un crecimiento en el pago con dinero plástico y con ello la desfinanciación del capital de trabajo.
Los dueños de las Estaciones de Servicio se están encontrando con un 2021 más complejo del que esperaban.
Los casos de COVID-19 positivos se están incrementando en Argentina y, si bien las autoridades ya han manifestado que no se baraja volver a Fase 1, diferentes jurisdicciones están proponiendo limitar la circulación para evitar una mayor propagación del virus.
Ante estas posibles restricciones, Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA, confía a surtidores.com.ar que ya se han puesto en contacto con el Gobierno para solicitar “todo tipo de ayuda que estén evaluando darles a las pymes”.
“Necesitamos estar en primera línea porque cuando no hay circulación se nos despedazan las ventas”, advierte el dirigente haciendo alusión que en abril del año pasado, con la cuarentena estricta, los despachos de combustibles se desplomaron un 80 por ciento. Y aún siguen con un 20 por ciento de caída respecto a momentos prepandémicos.
Bornoroni cuenta que, además de una ayuda, también le han solicitado al Gobierno que se empiece a vacunar al personal de las Estaciones de Servicio, ya que brindan una actividad considerada como “esencial”.
TRAJETAS E IMPOSIBILIDAD DE ACCESO AL CRÉDITO
A este escenario se le suma un aumento en el pago con dinero plástico. El presidente de CECHA precisa que alrededor del 70 por ciento de las transacciones en las bocas de expendio de las grandes ciudades se realizan con tarjetas de crédito, débito y medios de pago digitales.
El problema de ello, señala Bornoroni, es que estas ventas no sólo quedan gravadas con el pago de comisiones (que pueden ir del 1 y hasta superar el 2 por ciento), sino que la acreditación del dinero demora desde 2 a 10 días.
“Todos hemos hecho un esfuerzo en la pandemia. Y es por eso que hemos pedido infinidad de veces a las empresas de tarjetas que bajen sus comisiones, pero no nos han oído. Estamos atravesando un momento realmente crítico y no les ha importado. Estamos muy decepcionados”, lamenta el dirigente.
A este cuadro se le suma la desfinanciación del capital de trabajo. “Actualmente nos encontramos pagando créditos que sacamos para hacer frente a la crisis que generó el inicio de la pandemia y ahora se nos hace prácticamente imposible acceder a nuevos préstamos por las condiciones que imponen”, indica Bornoroni.
Explica que las entidades financieras están pidiendo porcentajes de interés de aproximadamente el doble de las expectativas de inflación anunciadas por el ministro de Economía, Martín Guzmán, que señaló que sería del 29 por ciento.
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