Macri lo degradó al rango de Secretaría
El Programa de achicamiento de Estado provocó que estuviera vigente poco más de dos años. La Comisión que analizó su creación proponía una estructura mínima en cuanto a cantidad de personal y recursos pero sus responsables instauraron una gran organización con varias Secretarías.
El Ministerio de Energía fue creado en diciembre de 2015, siendo resultado de la elevación del rango de la Secretaría de Energía que formaba parte del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación. Hasta junio de 2018, también se incluyó la Secretaría de Minería pero luego fue transferida al Ministerio de Producción.
El lunes y como parte de un plan de achicamiento de Estado, el presidente Mauricio Macri lo degradó al rango de Secretaría dentro del Ministerio de Hacienda, dándole fin a una breve historia que comenzó en el año 2007 cuando una Comisión conformada por técnicos de distintas variantes políticas fue convocada para analizar y proponer una organización para la entonces Secretaría de Energía que se adecuara a los tiempos modernos.
A pesar de los prejuicios que, en general, rodean a las posibilidades que tiene un grupo heterogéneo de personas de llegar a algún resultado, la Comisión, en un plazo de 6 meses, llegó a un veredicto. Y ese veredicto fue que la situación organizativa más adecuada era la creación de un Ministerio de Energía y Minería.
Los fundamentos que aconsejaban la toma de decisión eran los siguientes:
Como puede apreciarse la decisión de formar un Ministerio no deviene de una cuestión antojadiza sino de estudios profesionales serios. “Sin embargo hay algunas diferencias en este planteo teórico (nunca se llevó a la práctica en el gobierno anterior por razones obvias) con la conformación del último Ministerio de Energía y Minas”, objetó el ex Subsecretario de Combustibles de la Nación (1996-1999), Alberto Fiandesio.
La idea de la Comisión era, simplemente, formar una Unidad Ministro que tomaría la representación política del sector, mínima en cuanto a cantidad de personal y recursos, y continuar con las ya existentes Secretaría de Energía y de Minería, claro que una estructura distinta. “En la última experiencia, por el contrario, el Ministro llevó adelante en forma personal toda la tarea y, por debajo de él, se formó una gran estructura organizativa con varias Secretarías”, cuestionó Fiandesio.
“De acuerdo a los fundamentos expuestos, Energía debió seguir siendo Ministerio y resistiendo cuestiones que, se espera, sean coyunturales”, opinó el ex funcionario.
Finalmente hizo referencia a la nueva “ubicación” de Energía bajo la órbita de Hacienda. “En los años 90 la Secretaría de Energía dependía del Ministro de Economía, Roque Fernández y fueron de los años de mayor independencia. Claro que depende del nivel de confianza que se tengan entre sí, pero la falta de conocimiento técnico del Economista sobre los temas energéticos hace que, o tiene confianza o paraliza la acción”, concluyó Fiandesio.
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