Según un informe de la Asociación de Fabricas Argentinas de Componentes (AFAC), se los vehículos incorporados a la Flota Circulante en el período 2007 a 2016, el 79,5 por ciento se compone de unidades con motorización a nafta y el 20,5 restante es diesel, porcentaje favorecido por el incremento en las ventas de pickups registradas en el período.
La tendencia se replica en las Estaciones de Servicio. De acuerdo a datos oficiales mientras en 2010 el mix de ventas al público se conformaba en 60 por ciento de gasoil y 40 de naftas, hoy la proporción resulta inversa: 55 a 45 por ciento.
El fenómeno no es propio de nuestro país ya que se replica en todo el mundo. En España, por ejemplo, los patentamientos de vehículos diésel se desplomaron un 39,9 por ciento en el mes de noviembre a consecuencia de las medidas que limitan su uso y que aumentan el precio de su mantenimiento.
Sin embargo, para el Presidente de la Federación de Expendedores de Córdoba, Gabriel Bornoroni, la explicación de esta transición está relacionada con la caída de la actividad. “El retroceso del nivel productivo es la verdadera razón de este proceso migratorio”, sostuvo.
El directivo sostiene que el problema es el achicamiento de la demanda del Gasoil Grado 2, vinculado mayormente al campo y la industria. “Hace 8 años, el consumo del producto de mayor calidad representaba el 10 por ciento del volumen expendido en los surtidores y hoy la mitad”, grafica.
No obstante el cambio de hábitos, “la estructura de las estaciones no se modifica”, afirma Bornoroni. “Con la capacidad de los tanques actuales no es necesario hacer ningún cambio, al menos por ahora”, puntualiza el empresario.