Ante este inconveniente, el empresario denunció que se fomentó la venta ilegal de nafta en los barrios del interior de la Capital provincial y en zonas aledañas, con el riesgo que esto implica para la población.

“Sucede que en la zona, la gran mayoría de la población se moviliza con motocicletas y ciclomotores dado el escaso poder adquisitivo, pero con este decreto, el gobierno llevó a que venga gente a las estaciones a pedir bidones de combustibles, como sucedía cuando se impidió la carga a los motociclistas sin casco”, declaró el entrevistado a surtidores.com.ar.

De acuerdo a la norma firmada por el primer mandatario, Ricardo Quintela y su secretario, Armando Molina, se contemplan excepciones para quienes tengan autorización para circular por cuestiones laborales, pero de acuerdo a los dichos del estacionero, se les hace complicado a los cadetes de delivery conseguir nafta.

“Aún así, las consecuencias para el sector no surtieron efecto, porque tenemos información certera de que están revendiendo combustibles para los motociclistas en los barrios más carenciados, trasladando el fluido desde los tanques de los automóviles hacia las motos”, advirtió Brígido.

El Ejecutivo provincial está convencido que abril es el mes más complicado en lo que respecta al Coronavirus en todo el país, por lo que La Rioja que hoy en día tiene 45 infectados, trata de que no haya ninguna persona que no sea la necesaria en las calles.

El dirigente comunicó que la medida se cumple a rajatabla en la ciudad capital, pero afirmó de manera categórica que “los intendentes de los demás municipios se manejan con sus propias ordenanzas y no se lleva adelante esta restricción”.

Brígido aseguró que con este decreto, se disparó la venta ilegal de combustibles y surgió una operatoria económica marginal en la cual, se está revendiendo entre particulares un litro de nafta súper a 110 pesos, sin ningún tipo de control.