Tras el último frustrado intento de los asesores y diputados de la Comisión de Energía y Combustibles en el Congreso por aprobar el Proyecto de Ley que se propone regular el mercado de las Estaciones de Servicio, uno de los referentes económicos más importantes de la Cámara Baja fue consultado por surtidores.com.ar, sobre hipotéticas medidas con un cambio de gobierno.
En esta ocasión, el legislador Marco Lavagna, que sin decirlo, viene oficiando en los medios de comunicación de “vocero de la posible postulación” de su padre a la Presidencia de la Nación, destacó el rol de las bocas de expendio en la cadena de valor de las economías regionales.
Mostró su satisfacción por haber participado recientemente de una mesa de debate con los representantes de AMENA, la cámara de expendedores de Mendoza, CONINAGRO, como organismo de los productores rurales y diputados y senadores de otras bancas, para “escuchar las necesidades de uno de los ámbitos de las actividades más afectadas en el interior del país por las medidas recesivas”.
Habló así de la productividad de las economías regionales y dijo que debe haber “verdaderas políticas de estado en materia de desarrollo real en un programa integral que participen todos los actores, entre los que se encuentran los expendedores de combustibles”.
Sobre la ley de Comercialización de Combustibles líquidos y gaseosos que fuera presentada por su bloque en 2016, tras haber sido redactada en conjunto por CECHA y el SOESGyPE, lamentó que en ese momento no se haya podido conservar el estado parlamentario.
En ese aspecto, dijo que tal como están dadas las condiciones económicas de este año, resulta primero y fundamental solucionar la generalidad de la crisis, pero aventuró que, “un segundo paso deberá ser el tratamiento de normas y leyes que brinden seguridad a los empresarios pymes de Estaciones de Servicio como creadores de empleo genuino”.
Vale recordar que en una reunión realizada meses atrás con los directivos de CECHA y los economistas de la Consultora ECOLATINA, fundada por el ex Ministro de Hacienda y su hijo diputado, ya se venía advirtiendo que la economía estaba buscando un ordenamiento general difícil y lento, en el cual, el mercado de los combustibles, no solamente implica un aspecto meramente económico, sino que se basa en un posicionamiento político que influye fuertemente en la ciudadanía.