Dentro de los primeros socorros, es prioritario comenzar lo antes posible con la reanimación cardiopulmonar (RCP), que consiste en efectuar compresiones torácicas rápidas y fuertes, que permiten movilizar la sangre al corazón, al cerebro y a los pulmones, y hacer ingresar aire en los pulmones mediante la ventilación o las respiraciones de rescate.
SECUENCIA DE ATENCIÓN DEL PARO CARDIORRESPIRATORIO
Cuando se reconoce un posible paro cardiorrespiratorio, y se determina que no responde y no respira, se aplica la secuencia de atención del paro. Esta secuencia es una serie de 5 pasos que apunta a reducir al máximo la mortalidad en estos casos (acceso rápido a la víctima y activación del SEM (Servicio de Emergencias Médicas), RCP de calidad, desfibrilación, atención avanzada y cuidados posteriores al paro. Cuanto antes comience cada eslabón de la cadena, mayores serán las posibilidades de supervivencia de la víctima.
RCP DE CALIDAD
La RCP es una técnica sencilla de fácil aprendizaje que consiste en oxigenar y enviar sangre al corazón y cerebro a través de compresiones torácicas externas y respiraciones de rescate. El objetivo de la RCP es hacer que la sangre siga circulando y, de esta manera, mantener viva a la persona con maniobras de reanimación externas. Así, se retrasa el daño causado por la falta de oxígeno y nutrientes hasta la llegada del DEA o del SEM.
- Efectúe compresiones torácicas. Una vez que verificó que la víctima no responde y no respira, o que no respira normalmente (tiene respiración agónica o solo jadea), arrodíllese al lado del pecho y prepárese para iniciar compresiones torácicas.
- Utilice 2 manos para adultos, 1 ó 2 manos para niños y 2 dedos para bebés o lactantes Ubique el talón de una de sus manos en el centro del tórax Apoye el talón de la segunda mano sobre la primera.
- Inclínese hacia adelante de tal manera que sus hombros queden directamente encima de sus brazos extendidos y sus manos. Mire hacia abajo, a las manos. Los brazos tienen que estar perpendiculares con el piso (formando un ángulo de 90°) y es importante que no flexione los codos.
Administre respiraciones de rescate.
- Después de 30 compresiones, abra la vía aérea con la maniobra de frentementón, que consiste en tomar la cabeza de la víctima desde la frente y el mentón e inclinarla hacia atrás (hiperextender la cabeza) hasta que el mentón y el lóbulo de la oreja de la víctima forman un ángulo de 90° con el piso. Esta maniobra asegurará al socorrista que la vía aérea se encuentra abierta. En los bebés o lactantes, no incline la cabeza hacia atrás tanto como en los adultos y niños.
- Apriete las partes blandas de la nariz para cerrar las fosas nasales, y administre 2 respiraciones de rescate de 1 segundo cada una de boca a boca. Continúe con ciclos de 30 compresiones y 2 respiraciones hasta que:
- Su seguridad corra peligro.
- Llegue un DEA.
- La víctima muestre signos de vida.
- Llegue el SEM y asuma el control.
- Usted esté demasiado cansado para continuar. Si hay más de una persona apta para realizar RCP, se deben relevar cada 2 minutos (5 ciclos).
SÓLO COMPRESIONES TORÁCICAS
Realizar únicamente compresiones torácicas es una alternativa aceptada. Efectúe compresiones torácicas continuas en el caso que usted no tenga un dispositivo de barrera y/o la víctima tenga sangre o secreciones en la boca, o no se sienta seguro con la técnica para administrar aire. En este caso, las compresiones deben ser administradas de manera continua a un ritmo de al menos 100 compresiones por minuto y un máximo de 120 compresiones por minuto.
Lic. Lorena Estanga. Instructor Primeros Socorros, RCP y uso de DEA