Hace más de 25 años que en ActionCOACH venimos desarrollando programas de Coaching para dueños de negocios y esto nos permite trabajar junto a empresarios, emprendedores, hombres y mujeres de negocios, excelentes profesionales, con productos y servicios realmente muy buenos, pero que a menudo tienen comprometida y limitada su capacidad de crecimiento del negocio, porque ellos no saben ejercer su función de dueños de la empresa.
Muchos de ellos simplemente acaban convirtiéndose en “auto-empleados” de su propio negocio, dejando de lado el propósito claro de la vida empresarial, que determina que sólo tenemos un negocio, cuando este, además de ser rentable logra funcionar sin la presencia del dueño y es factible de transcender nuevas generaciones.
Pero nadie realmente nos enseñó a ser empresarios exitosos, ¿no es así? Existen diversos cursos, entrenamientos, carreras universitarias, post grados, que difunden conocimientos relacionados con negocios. Y, por supuesto, todo conocimiento es muy bienvenido y necesario, pero ninguna de ellas, nos enseña en la práctica cómo es ser un empresario exitoso, un verdadero dueño de negocio.
¿Cuál es la verdadera función de un empresario exitoso?
Conforme al concepto ActionCOACH, el propósito de largo plazo de un empresario “es construir un negocio que funcione prácticamente sin su presencia, que genere beneficios de forma sostenible y le proporcione más calidad de vida”.
Para ello es necesario que el empresario ejerza su papel de dueño del negocio, enfocándose en actividades que no pueden ser delegadas, y sólo pueden ser ejercidas por él, no gastando su tiempo y energía en actividades operacionales que pueden fácilmente ser delegadas. La fórmula debe ser: los sistemas controlan al negocio, el personal controla los sistemas y el dueño controla al personal. El dueño del negocio necesita aprender cómo administrar su tiempo y cómo posicionarse como tal ante todos.
- Saber contratar, entrenar y desarrollar personas es punto fundamental en este proceso, para que el empresario pueda delegar actividades y así ganar fuerza de actuación, y ampliar su capacidad de generar resultados.
- Establecer procesos y controles internos es otro punto importante, eliminando lo que llamamos el “caos empresarial”. Si este es el caso, muchas cosas sucederán en la empresa sin conocimiento o control del propietario.
- Construir y dar vida a la estrategia de la empresa. Si no si tiene bien claro hacia donde se quiere llegar, o que se quiere lograr, el presente del negocio se comienza a nublar y se pierde el rumbo. Nadie más que el dueño puede definir qué futuro quiere para su empresa y qué cosas hay que hacer para alcanzarlo. Si se deja de lado esta responsabilidad indelegable, la empresa comenzará a naufragar en un mar cada ve más complicado de inseguridades, bajos desempeño y malos rendimientos.
- El propietario también es responsable de dictar la cultura de la empresa, lo que en parte se hace a través de la vivencia diaria de los valores corporativos. Valores que deben definirse y vivir, alineados a la misión y la visión.
- Por último, el empresario debe acompañar y establecer metas comerciales, de facturación y rentabilidad, que sean compatibles con el futuro que se desea alcanzar.
Lo que he notado, sobre la base de mi experiencia, es que muchos empresarios pasan más tiempo metidos en la operación del negocio e involucrados en el funcionamiento de la empresa que no tienen tiempo ni disposición para cumplir con su rol de dueños. Y esa es la principal causa de porque les va mal a muchas empresas y por la que se estanca el crecimiento de otras.
El principal rol del dueño de una empresa es concentrarse en su futuro, su verdadero foco debe ser realmente “construir una empresa comercialmente rentable que funcione sin su constante presencia”; para así poder desarrollar un negocio sólido, rentable y sustentable en el tiempo. La solución para empoderarlos en su rol y ayudarles a realizar los cambios necesarios para salirse de la operación es acercarse a un Coach de Negocios, que les aportará metodología, conocimientos, herramientas y una visión externa para hacer de su negocio una empresa comercial rentable, bien estructura y sustentable en el tiempo.