Recientemente se publicó una encuesta en donde se detallaba que un 83 por ciento de las mujeres empresarias, se siente sobrecargada con las responsabilidades de llevar adelante su empresa, las tareas domésticas y el cuidado de hijos y familiares durante el período de aislamiento obligatorio.
El estudio realizado por Mujeres Empresarias de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, incluyó a todos los rubros del comercio y por ende, las Estaciones de Servicio no fueron la excepción a la regla.
En ese caso, consultada por surtidores.com.ar, la asesora especialista de la Asociación Mendocina de Expendedores y Afines de Mendoza, María Eugenia Pozzoli, comentó que “el fenómeno se vivió especialmente entre las mujeres que trabajan en el área administrativa y gerencial de las Estaciones de Servicio”.
Destacó que en su provincia, las empleadas de playa y minimercados, fueron licenciadas de asistir, por lo cual, no ejercieron tareas activas de su responsabilidad laboral, con lo cual, se pudieron evitar problemas de convivencia en su entorno familiar.
Sin embargo, aclaró que “esta modalidad de trabajo en la cual se mezclaron todos los roles y no se pudo hacer diferencia de lugares y horarios, generó mayor estrés en las mujeres con hijos pequeños en edad escolar”.
Pozzoli afirmó que “nunca se corta la jornada laboral y siempre hay algo más que hacer, porque están a la orden del día las urgencias familiares y muchas veces, los espacios no son muy amplios para mantener intimidad y concentración en una labor específica”.
A pesar de ello, destacó el apoyo que desde AMENA se brindó a las asociadas y el empeño que los expendedores pusieron especialmente durante los primeros días de la cuarentena, para ultimar los detalles de conectividad, equipamiento de trabajo y software a sus empleados y empleadas que debían realizar las tareas que antes hacían en las oficinas de la estación.
Finalmente, aseguró que la adaptación y la respuesta de las mujeres ante este desafío fue correcta y esperable, pero que también, en el caso de la región de Cuyo, ayudó el hecho de que el aislamiento se flexibilizara con el correr del tiempo.