En diálogo con surtidores.com.ar, el asesor letrado, Sebastián Vázquez, elaboró un análisis detallado de la situación de la balanza comercial y económica que sostiene el día a día de las Estaciones de Servicio y que se enfrenta a una cuarentena cada vez más extensa.

“Los expendedores minoristas y en especial, aquellos establecimientos que se encuentran en CABA y Gran Buenos Aires, empeoraron su posición dado que nunca tuvieron la oportunidad de ejercer plenamente su actividad por el aislamiento preventivo obligatorio que no se liberó como ocurriera en otras regiones del territorio argentino”, dijo Vázquez.

El especialista agregó que “la ayuda del Estado Nacional se transformó en mínima con el cierre de la economía, porque la Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción no se hizo extensiva al aguinaldo, además que los requisitos restrictivos impuestos por el fisco para que el empresario no pueda girar dividendos en el caso de solicitarlo, restringió el acceso al beneficio”.

Agregó que tampoco se pudo lograr reducir el importe contemplado en el Artículo 223 de le Ley de Contratos de Trabajo para la suspensión de personal en tiempos de crisis, lo que generó un desfasaje entre nivel real de ventas y cantidad de empleados ociosos que siguen percibiendo sus haberes completos.

Aseveró que “en las áreas de mayor aislamiento social, la ayuda oficial se redujo a la más baja expresión, basada en la asistencia para el salario mínimo vital y móvil, que se reduce para el trabajador medio de una Estación de Servicio a casi una mitad de sueldo”.

Vázquez admitió también, que con la importante cantidad de requisitos que el Estado nacional, impuso para que las PyMES accedan a las asistencias para el tiempo de pandemia, hubo un decaimiento entre los estacioneros para volver a pedir los ATP, ya que la denominada gira de divisas, “en este momento se trasformó en el único sostén cotidiano que por lo general se reparte dentro de la misma familia y los empleados de la unidad de negocios de la expendedora”, detalló.

Por último se refirió a la practicidad del acogimiento del sector a las moratorias impositivas, que en un primer paso, se extendieron a nivel nacional para postergar los vencimientos de pago de las cargas sociales.

“Las flexibilizaciones fiscales fueron bien recibidas por los expendedores y las ampliaciones de los planes de pago tributarios mejoran las perspectivas actuales y liberan una presión significativa sobre las espaldas de los titulares de las empresas”, destacó.

Sin embargo, alertó que “no es suficiente para solucionar los problemas generados por la crisis sanitaria, si tenemos en cuenta que no incumbe a los períodos fiscales de mayo, junio y julio, con lo cual, habría que modificar la disposición de la AFIP para que la moratoria se extienda hasta que llegue la fase 5 de la cuarentena”, finalizó.