La semana pasada, la consultora ABECEB publicaba un informe titulado “Las Provincias con mejor performance para flexibilizar la cuarentena y las más impactadas”.

Allí, los profesionales de la entidad observaban que, por la baja presencia de casos infectados con COVID-19, la estructura sectorial, el riesgo de ingresos de la población y su situación fiscal (necesidad de recursos) las provincias de Entre Ríos, Jujuy, Catamarca, Formosa y La Pampa podrían dar algunas concesiones a su población respecto al aislamiento social.

En diálogo con surtidores.com.ar, Gustavo Pérego, director de ABECEB, agrega que a estos sitios podría sumarse otras zonas con baja presencia del virus y poblaciones de menos de 200 mil habitantes. Hace hincapié en sitios como el norte de Santa Fe, el sur de Córdoba, el centro oeste de la Provincia de Buenos Aires. 

Pero, ¿estas flexibilizaciones motorizarían las ventas de combustibles líquidos? El especialista explica que en esas zonas sí, pero advierte que no son aquellas donde se concentra la demanda. “Ahí está la dificultad”, indica.

“El aislamiento no se levantará ni en mayo ni en junio, sobre todo teniendo en cuenta que estamos entrando en el periodo invernal, donde el sistema de salud se empieza a presionar. Esto deja entrever que la cuarentena administrada no será tan flexible y se evitarán impidiendo el movimiento de gente en masa que es lo que tracciona al mercado del combustible”, señala.

Para Pérego la parte más amarga de esta crisis se la llevarán las Estaciones de Servicio de bandera blanca que no estén en zonas favorecidas por la flexibilización, teniendo mayor peligro de cierre por falta de ventas.

“A medida que pasen los días vamos a ver muchas Estaciones de Servicio con gran estrés financiero, donde su cierre puede estar condicionado por ayudas del Estado o de su propia petrolera”, agrega respecto a las operadoras de red.

En ese sentido, Pérego analiza que esta falta de ventas está impactando de lleno en toda la cadena, al punto que anticipa que para mayo es probable que muchas refinerías paren su producción. “Están a tope y no tienen donde poner el crudo”, puntualiza.