Costos en alza, precios por debajo de la inflación y sueldos que en los últimos años duplicaron el incremento de los las naftas, conforman un cóctel explosivo para la subsistencia de miles de Estaciones de Servicio que despachan exclusivamente combustibles líquidos, que hoy ven en peligro su continuidad comercial.

Así lo deja entrever un informe sectorial elaborado por la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina acerca de los principales indicadores del mercado durante 2016, que tuvo la particularidad de ser el de menor consumo desde 2012.

De acuerdo al relevamiento, en el sector de riesgo se ubican el 48 por ciento de las Estaciones de Servicio del país, que son las que venden hasta 250 mil litros, el 40 se ubica en la franja de entre 250 y 600 mil litros, y solo el 12 supera los 600 mil litros.

Con respecto a 2015, las bocas de menor volumen han disminuido en un 2 por ciento, las que le siguen aumentaron en igual medida y las que venden más de 600 mil litros han mantenido su participación de mercado. Esto indica que un porcentaje pequeño de estaciones pudo pasar a la banda que vende entre 250 y 600 mil litros.

Según la bandera, salvo YPF y Shell, las restantes compañías superan la media en la cantidad de comercios que se encuentran comprometidos económicamente. De acuerdo al documento,  las abanderadas por Oil Combustibles y Pdvsur, son las más vulnerables junto a las Estaciones de servicio blancas, que superan el 80 por ciento y tienen las mayores probabilidades de cierre.

Las YPF, solo el 21 por ciento venden hasta 250 mil y en segundo lugar se encuentra Shell. Axion Energy, Petrobras y Refinor se mantienen dentro del promedio general.

En tanto, la mayoría de las expendedoras que despachan por encima de los 600 mil litros se encuentran en las principales compañía de bandera, siendo YPF la marca que  presenta los mayores volúmenes de ventas, junto a Shell.

PRECIOS Y SALARIOS

El informe sostiene que desde 2010 a la fecha los salarios han tenido un incremento de 1248 por ciento y la variación de las naftas ha sido de 490 en la súper y de 519 en el gasoil G2.

Durante el mismo período, la relación entre los litros que se requerían para cubrir los costos salariales de un operario de playa, considerando una Boca que vende 60 por ciento de gasoil y 40 de nafta varió de 442 litros en 2010 a 981 litros en 2017. El valor promedio de los últimos dos años ha sido de 960 litros.